jueves, diciembre 01, 2005

GRACIAS

El anciano extendió primero su brazo derecho hacia el cielo y abrió la palma de la mano, empezó a mover los dedos hacia adelante y hacia atrás, una y otra vez, parecía querer con este movimiento calmar algún tipo de dolor; después levantó el otro brazo y de manera idéntica comenzó a hacer lo mismo.

Se encontraba sentado en una banca de un parque, frente a él había un enorme lago, y a sus pies, donde podían verse las piedras de la ribera, entre tierra negra y musgo, una poca de hierba y unos árboles pequeños parecidos a pirules, había varias ardillas correteándose.

Nadie parecía darse cuenta de su presencia. Ni la señora con la carreola, ni el ciclista, ni siquiera los encargados de dar mantenimiento a las áreas verdes. Estaba solo, acompañado de miles de pequeñas cosas, en medio del universo con las manos como implorando plegaria.

De pronto, en un segundo callado, lleno sólo por el canto de las aves, sus lágrimas se derramaron sin prisa bajando por las mejillas hasta llegar a sus pies y correr libremente hasta mezclarse con el agua del lago.

Con los ojos mirando hacia adentro, sin apenas darse cuenta de su llanto, el anciano bajó lentamente la cabeza, encogió los hombros, dejó caer las manos hacia los costados y luego las cruzó sobre su vientre, empezó a temblar sin poder controlarse.

Tras un largo rato se levantó de la banca, se sacudió la ropa, movió la cabeza varias veces, empezó a caminar y se alejó del parque, simplemente se fue.

Ni cuenta se dio que otro hombre igual a él, igual de cansado, se sentó en la banca, levantó el brazo derecho, abrió la palma de la mano, la extendió hacia el cielo… ni tampoco que atrás de ese hombre había una fila interminable de otros, semejantes, y con la misma mirada.

Todos esperando su turno.

9 Comentarios:

Blogger Rain (Virginia M.T.) dice...

¡Ante todo hoooooola!.

:) :) :) :)


...



Y en esa metafísica emocional, la belleza ha fluído: un hombre que va hacia el final...

10:57 a.m.  
Anonymous Anónimo dice...

Haciendo fila para llorar? que tragicos somos frecuentemente los humanos verdad? Que pensaria ese anciano, que lo hizo llorar? algun recuerdo, algun remordimiento, algo que quiso y nunca se atrevio a hacer? Que importante es vivir de acuerdo con lo que sentimos, vivir el dia a dia. Ojala y esa cadena de espera para sentarnos a ver como pasa la vida se llegue a romper un dia. El lugar en el que se sentó debio haber sido maravilloso. Me encanto tu relato Ce, que bueno que escribes nuevamente y me transportas a ese lago y hasta me haces sentir que soy una de las ardillas que anduvieron por ahi correteando...

11:41 a.m.  
Blogger Tramontana dice...

El relato me deja con una sensación de tristeza y soledad. Estar en medio de pequeñas cosas y de una fila interrminable de hombres igual que él y saberse solo.

7:21 a.m.  
Blogger David Saä V. Estornell dice...

encantador

11:49 a.m.  
Anonymous Anónimo dice...

Ya no importa sentir mil dolores en el cuerpo

Ya no es relevante llevar penas en el alma

Poco representa el sufrir

Lo especialmente grande es.....
que si existe el Amor.

5:44 p.m.  
Anonymous Anónimo dice...

Hola Vir:

Un gusto recibir tu saludillo, un gusto recibirte de nuevo en este espacio.

No sé si sea un hombre al final, podría ser un hombre al principio.

Un hombre que se libera.

Alguien, como otros, que da un paso adelante.

Grax, por lo de belleza fluída.

Personas como tú, hacen que los otros vuelvan.


Querida La Rosy:

Me gustó mucho lo de "cadena de espera".

Siempre lo he dicho, si además de poner una letra junto con otra, una idea, un deseo en palabras...

Si además de todo eso, todavía tienes la suerte de que alguien te escriba cosas como las tuyas.

Qué decir.

Soy muy afortunado de conocerte, de que me leas con esa paciencia y entrega, de que te tomes un tiempo para dejar un comentario extraordinario.

No sé qué decirte.

Aquí estoy.


Doctora Noemí:

Es cierto, lo más triste de todo esto es que es verdad lo que escribes.

A todos nos toca.

Todos tenemos que pasar por algo así.

Gracias por la bienvenida.


Ágil Tramontana:

Saberse solo.

Me aterra el contenido de esa frase.

Hace poco te leí, sobre estar sola y sin pareja.

Muy instructivo, en algunos casos reconfortante, pero triste en verdad.

Te agradezco tu comentario lleno de imágenes.


Saä Viccenzo:

Me encanta que lo consideres así, bienvenido a estas ruinas, poco a poco las iremos reconstruyendo.


Gerardo, amigo:

Así es, la soledad, el llanto es más llevadero siempre con amor.

Eso lo sé bien.

Y más si es grande.

Y secreto.

Un abrazo.

6:36 p.m.  
Blogger Laura Martillo dice...

Delicioso, me recordó por un momento a vallejo, en la melancolía de los idos a morir.

11:37 p.m.  
Blogger Lety Ricardez dice...

Hola Ce, tenía un error en la forma que guardé tu dirección como favorita y se me abría cada vez en el mismo post, así llegué a creer que no habías escrito.

Corregido el error no dejaré de leerte, tu link está puesto y he disfrutado tu texto.

Un final que me sorprendió gratamente por inesperado

3:25 p.m.  
Blogger Lety Ricardez dice...

He vuelto yo varias veces, pero no te encuentro Ce, te dejo mi saludo afectuoso

11:56 a.m.  

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